martes, diciembre 22, 2009

Per se

El Alma siempre sabe. Puedes ir caminando por la calle y de pronto sentir una como atracción hacia una librería y decidir entrar a pesar de que no hayas tenido la previa intención de ir a comprar libros. Pero ya ahí decides ir a ver los libros de poesía, tan solo para leer, hurgar en uno y otro sin la finalidad mercantilista de comprar alguno. Y notarás cómo el Alma siempre sabe lo que quiere porque te bastará abrir algún libro al azar en una página al azar e inmediatamente sentirás uno como aluvión emocional porque te darás cuenta de que poesía era justo lo que te venía bien en ese día y no parecías haberlo advertido. Y leerás en esa página fortuita algo conocido pero de tan remoto casi sientes ternura al reencontrar ese viejo recuerdo:

El mar se mide por olas,
el cielo por alas,
nosotros por lágrimas.

El aire descansa en las hojas,
el agua en los ojos,
nosotros en nada.

Parece que sales y soles,
nosotros y nada...

Entonces sentirás algo de envidia de los poetas, porque los poetas, los verdaderos poetas, son seres poderosos que saben extraer y transmitir esas cosas que solo un demiurgo sabe conjurar. Y tú eres frágil y enclenque, torpe y medroso, inepto para comunicar la más elemental de las sensaciones. Sin embargo tu flaqueza no te arredra porque sabes que al menos tienes el mínimo de sensibilidad como para percatarte de las inclinaciones de tu alma y dejarla guiarte. Se acrecentará tu emoción poética y querrás leer todo lo que tus ojos alcanzan a vislumbrar, sentirás ahora tristeza, frustración porque no podrás leer todo lo que tu alma necesita y que es ingente. No te alcanzarían ni 3 vidas para leer todo lo que anhelas, pero también sabes que si pudieras leer todo ese arsenal de libros paulatinamente llegarías a la pregunta ¿y para qué? O a la de ¿y ahora?
Abres otro libro y lees:
En el enrevesado espeso matorral de mis floraciones
has laborado embriagado de almizcles.
No hay almácigo desperdiciado en este amor
donde a diario te desafío
a que encuentres el brote más reciente.
Nunca dije que sería un jardín de senderos bien delineados.
Me constituí como un jardín tropical y húmedo
con especies imposibles de clasificar
pues siempre quise poner a prueba tus intenciones de
jardinero
domador de plantas y exterminador de plagas.

Sé que una turba de recuerdos hecha colmena te zumbará la cabeza y añorarás tener un amor que te hable así, que vea a partir de ti, justo ahí en la redondez de tu lóbulo derecho, el inicio de un poema, y pensarás en cómo te conmovería provocar eso en alguien, ser el surtidor de esos efectos, cómo te sorprendería y lo bien que te haría. Pero no lo tienes, y por ahora no conviene que sepas si lo llegarás a tener. Dado que el alma todo lo sabe guía tu atención a otro libro de esa misma colección y lees algo del lado desolado del amor:
Como ando por la casa
Diciéndote querido
Con fervorosa voz
Con desesperación
De que pobre palabra
No alcance a acariciarte
A sacrificar algo
A dar por ti la vida
Querido
A convocarte
A hacer algo por esto
Por este amor inválido.
Y eso es todo
Querido.
Digo querido y veo
Tus ojos todavía pegados a mis ojos
Como atados de amor
Mirándonos, mirándonos
Mirándome tus ojos
Tu cara toda

Y era de vida o muerte
Estar así
Mirarnos.
Y cierro las ventanas diciéndote
Querido
Querido y no me importa
Que estés en otra casa
Y que ya no te acuerdes.

Seguirás pues la ruta de tu alma y ese tiempo que pases en la librería estará cargado de significado. Mirarás muchos libros y mientras leas y camines mirarás a la gente y pensarás cosas al azar, pero no por azarosas serán menos dignas. Sentirás que la mayoría de tu tiempo lo empleas en bagatelas que ocultan tus verdaderos deseos, tus genuinos gustos. Te percatarás de que todos son un poco así, ocultos por el tráfago cotidiano y terminan no comunicando lo que yace muy dentro de ellos. Te aventuras a pensar que las personas tienen las herramientas, simplemente no las usan, y nadie se interesa realmente en nadie. Piensas que esas reflexiones ya las habías pensado en otro momento, en otras librerías en otras latitudes, y que todo se repite, que el tiempo tiene algo de cíclico y rítmico. No sabes cómo, pero sabes de alguna forma que el tiempo no es un antes ni un ahora ni un después, sino una simultaneidad y que todo está todo el tiempo en el mismo lugar y vuelves a lamentar el no ser poeta para poder expresar esa fusión espacio temporal del pasado el presente y el futuro y que en ocasiones muy especiales, la sientes muy cerca tuyo y que casi puedes verla. Entonces del libro de tu mente extraes un trozo literario que te parece va con tus bosquejos temporales:
De que estoy hecho. El tiempo es un río que me arrebata; pero yo soy el río; es un tigre que me destroza; pero yo soy el tigre ; es un fuego que me consume; pero yo soy el fuego.
Al final decidirás comprar libros a pesar de lo caros que te resultarán, a pesar de evaluar en tu cabeza que en realidad no deberías de gastar tanto dinero en esos recreos del alma y dejarlo para las cosas perentorias de la vida diaria. Saldrás a la calle sintiéndote algo diferente pero siendo siempre el mismo, cómo has cambiado con los años sin dejar de ser el de siempre. Te sentirás movido y conmovido por la poesía y por lo que te llevó a meditar, pero a la vez sentirás algo de melancolía, de languidez existencial, vivencial, casi molecular. Todo simultáneo también, la noche y el día eclipsándose en esa agridulce manía que tienen de confundirse justo delante de tus ojos ojerosos.

Extractos de poemas: Jaime Sabines, Gioconda Belli, Idea Vilariño, Jorge Luis Borges


lunes, diciembre 21, 2009

Quotes for the week

Two quotes to fight against my stupidity.

1.- A man can be happy with any woman as long as he does not love her. (Oscar Wilde)

2.- If you want to make God laugh, tell him about your plans.
(Woody Allen)

domingo, diciembre 13, 2009

Del infeliciaje

En mis dilatadas 4 décadas y cachito de vida, he podido contemplar un variado acontecer de absurdos y sinsentidos de la gente, esos especímenes insoportables que en tropa, se les da en llamar sociedad. Un botoncito de muestra es el que paso a relatar, con el permiso de quien me lea: He atestiguado en diversos momentos y contextos, que cuando alguien manifiesta que realiza algo (una acción moral, técnica, burocrática, laboral, política, familiar, romántica) acorde a lo que dictan las leyes éticas o jurídicas o contractuales o lo que fuere, es motejado en el acto de estúpido. Yo no me lo alcanzo a explicar. Sin ir demasiado lejos, la semana pasada una chica de mi oficina, después de estar departiendo con otros compañeros de trabajo sobre algunos procedimientos del quehacer diario (por supuesto que dicha tertulia tuvo lugar en horario en que se supone que tendrían que estar efectuando dichos quehaceres) se percató de que ella es la única en toda la oficina en hacer dicho procedimiento de manera correcta y ortodoxa. Ahí nomás empezaron a decirle que es una tonta. Ella decide entonces preguntarme en voz alta (como para llevar la tertulia al terreno del debate) que si es correcta la forma en que hace sus labores porque ella es "la única" que lo hace así. Silencio expectante y miradas dirigidas a mí en espera del veredicto. "Sí -le dije yo con cierto tono de fastidio por la obviedad de la pregunta- así es como se debe de hacer". Dos segundos después me soltó la frase que me quedó dando vueltas y me tiene escribiendo esta breve reflexón: "Ah, entonces soy una boluda". Dejé lo que estába haciendo para mirarla fijo con ojos flamígeros: "¿Eres una boluda porque haces las cosas bien? O sea que prefieres el borreguismo servil a la singularidad..." Esta chica me lanzó una mirada de esas que si bien no matan, abofetean los sentidos. Estoy seguro de todas formas que no entendió muy bien lo que le dije, pero se enojó mucho por si acaso.

C
ómo puede ser que el actuar con rigor, ciñéndose a las normas, sea sinónimo de imbecilidad, y que el vivales mamarracho que burla la norma sea un supuesto referente de la "inteligencia" y la "sagacidad" ciudadana. A nadie nos gusta que nos vengan a legislar las costumbres ni los deseos, pero también es cierto que es el único modo de que la sociedad no se devore a sí misma (más de lo que ya lo hace). Yo, que tan reacio soy a que me impongan cosas o me den instrucciones sobre cómo se debe de hacer algo, soy muy respetuoso de los lineamientos que buscan regir a la gleba que tanto detesto. Podré refunfuñar ásperamente sobre las cajas rápidas de los supermercados argentinos y cómo, curiosamente, son siempre las más lentas, pero no por eso me hago el enfermo o pongo carita huérfana mostrando mi manita derecha que lleva un jabón Zote para que se compadezcan de mí y me dejen pasar primero. Me formo y espero pacientemente mi turno. ¿Soy un tarado por eso? Los viejitos, que tan mañosos son para burlar las normas bajo la bandera de "es que soy ancianito", son los primeros en querer eludir la cola del súper, y yo, sí señor YO, no les cedo absolutamente nada. Ya he tacleado a dos viejitas que haciendo un asombroso despliegue de habilidad psicomotriz para la edad que aparentaban, se me querían meter en la fila. Este mundo está patas arriba definitivamente y, como muchos escarabajos que al ponerlos panza arriba mueren, está dando pataleos de moribundez.

miércoles, diciembre 09, 2009

Elsewhere

THE WORD
Wanderer: this word, in english, implies travel, voyage, trip. I may be wrong but in german Wanderer implies not only the same as in english, but a spiritual travel. The Wanderer goes from A to B (or C, or M or Y) without any previous notion, without a plan; that is fundamental for the real Wanderer: the absence of a plan and in that pointless roam, one can find his way.

THE REFERENCE
Franz Kafka
wrote a brief story (just a few paragraphs) that contains in it's core, the essence of the Wanderung. The story is called "The Departure". He doesn't need words and words or ideas after ideas to establish what a real wandering is; just as we don't need to leave our bed to experience that, maybe waking up one morning discovering that we are an omninous giant bug.


THE PLOT
It's simple
: a man prepare his horse to take a ride. His servant ask him where he is going to. "I don't know -answer the man- i just have to get out of here". That's the only way i can reach my goal". "So, you have a goal" -said the servant-. "Yes, i've already told you my goal; get out of here, that's my goal". The begining is the ending, getting out is getting in. The voyage from A to A.

THE IMAGE

The painting
was created by mexican painter Alfredo Castañeda. It's entitled: "What's the matter with you, treasure seeker". There lies the spiritual wanderer, in his bed. Is he dreaming? Is he awake but the reality is more playful than we ever think of? Do we have to travel miles and miles to find our place in the world? Or simply look deep inside, no matter where we are. Do we need to find that place?. Is there a place for us to find?
Many of the romantic german writers end their wandering badly, ill, sick, tired.
THE PUNCHLINE
I am not an english nor german speaker so it may be possible that the things written in this casual digression, are nothing but nonsense.


sábado, diciembre 05, 2009

Ni tú ni yo, mejor ninguno

http://www.youtube.com/watch?v=dj1BuNmhjAY

Te amo porque te necesito o te necesito porque te amo; dicotomía que planteaba Erich Fromm como determinante de la elección correcta, sana, bien habida. Derrida aventura otra dicotomía: el amor es un asunto del "qué" y del "quién". Por qué es tan complicado el fenómeno del amor, por qué tanta tinta ha corrido, por qué enloquece a la gente, por qué se le busca con tal frenesí. Por qué uno de los grandes filósofosde la modernidad como Derrida se torna reticente cuando le piden que hable sobre el amor, por qué dice que no puede hablar del amor así, libremente sin brújulas. El amor es de esos fantasmas que todos dicen conocer pero que nadie ha visto. Casi que hasta podría uno derivarlo al departamento de parapsicología.
"El amor instituye sus fiestas donde dos se encuentran a solas", decía Shakespeare en los sonetos. El amor es asunto de dos entonces. Los enamorados buscan el refugio solitario para dejar exudar todo el contenido amorfo y regocijante de su alma. Soledad... El amor también puebla y habita, colma al otro. ¿De qué lo colma? Cómo es que se van formando todos estos huecos en nosotros que buscamos afanosamente que otro colme. Y qué responsabilidad a la vez tan grande la de colmar los vacíos de otro ser. Y entonces en algún momento de la vida a Lacan se le da por decir que El amor es dar lo que no se tiene, y que al Otro le es dado colmar de lo que carece, lo cual tiene su lógica intrínseca si uno se pone a pensar en que si yo colmo en el otro aquello que solo el amor colma, cómo lo voy a hacer si es precisamente por esa carencia por la que busco a otro, ni el otro ni yo tenemos lo que buscamos. El amor se basa en una petición de principio, en un acto de fe y, por supuesto, en el ofrecimiento de lo que no se puede dar, esto es, el amor para siempre. Pero se acepta la petición de principio, se realiza el acto de fe y se juega a que por qué no, por qué no podría ser encontrar a quien se ame y nos ame toda la vida entera en cada uno de sus rincones. El amor promete lo que no puede dar, ciertamente. Pero la promesa es importante. Cuando uno se siente atraído por otro, entra en lo que modestamente he dado en denominar "estado de promesa". Alguien se acerca siempre al modelo, arquetipo o diseño de persona que tenemos inserto muy dentro nuestro, y ensoñamos, coqueteamos con la idea de que quizás esa persona sea. Es una promesa. Es una relación "promisoria". Pero ese encantamiento inicial es completamente truculento y engañoso porque la misma estructura social nos va orillando a fingir, engañar, mentir y disimular en mayor o menor grado, de tal suerte que requiere de un tiempo considerable desnudar a una persona de todo su atavío social. Entonces se da el equívoco o la dicotomía de que habla Derrida en el video, la de que no sé si me siento atraído por lo que aparenta ser la persona, o por quien realmente es. Y resulta que hay personas que son geniales en el acto de aparentar, y muchas veces eso nos termina cautivando, su maña y artificio para fabricar realidades. Me atrevería a hacer una analogía del qué y el quién de Derrida con lo que sería el fondo y la forma. Quizás el acto amoroso consista en la simple forma (o sea en lo estético) y una vez que ésta decae, por fatiga o por aburrimiento y se empiece a tornar fondo, sobrevenga la separación.
Derrida dice algo que me parece interesante y que si bien no es una ley y suceda siempre, lo he visto varias veces a lo largo de mi vida; el hecho de que en el estado de amor a veces es más difícil explicitar por qué se ama, a diferencia del estado de ruptura en que se define con toda precisión por qué se separa uno, "porque eres esto y aquello", o "porque no eres ni esto ni aquello".
El qué y el quién. El fondo y la forma. El amor o la soledad. Disyuntivas siempre, encrucijadas. Me viene a la mente un aforismo de Lichtenberg: "El amor a uno mismo ofrece una gran ventaja: hay muy pocos rivales".