miércoles, marzo 24, 2010

Entre menos burros...


Dos personajes tuvieron una idea originalísima: escribir un libro tributo a los Beatles. No que esté mal re-pensar las ideas y hacer re-lecturas, recensiones; lo que me parece completamente innecesario, estéril y aburrido, es escribir un libro más de servil adulación fanática de un grupo que si algo le sobra, son zalameros. The Beatlend se titula el librito. No es necesario fumarse completas las 279 páginas (para el asunto que tratan, es un exceso) para darse cuenta que nada aportan a la larga lista de lugares comúnes que sobre los Beatles se ha escrito desde hace un buen rato ya.

Lo que sí llamó mi atención y me tuvo muy divertido algunos minutos, fueron los comentarios que los dos autores hicieron al diario Página 12. Uno de ellos, un tal Fernando Blanco, se mandó la siguiente culta intervención: "Para mí, Los Beatles son comparables sólo con el discurso del método de Descartes o con la aparición de Chaplin, que generó un Hollywood pensante y, podríamos decir, medianamente revolucionario."

Admito que leí dos veces la declaración porque a la primera como que no lo creí, como que mi sentido común se negó a creer lo que estaba leyendo y decidí releer para ver si algo de broma había ahí. Pero no, nada de broma, fue muy en serio, y precisamente porque fue en serio, me empecé a reír mucho. Entonces el otro, un tal Sergio Marchi, como para no declinar en erudición, acota lo que sigue: "Dalí, Picasso, Borges: sólo ellos han construido obras tan fundamentales, pero todos antes de Los Beatles."

¿Se puede ser tan burro? Basta leer esas declaraciones para darse cuenta de que estos dos muchachitos son maquinitas de reproducir clichés. Cuando alguien proclama, así como para hacerse el interesante, que Dalí fue un genio, lo único que deja de manifiesto, es que la pintura no es precisamente su fuerte, que solo está repitiendo un lugar común construido muy hábilmente por el propio Dalí. Ya quisiéra yo que uno de esos cientos de incautos me argumentaran por qué fue un genio. Lo del Discurso del Método ni siquiera merece un comentario ni una ironía, habla por sí solo. Siguieron diciendo sandeces del mismo tenor, pero no vale la pena darles espacio aquí, bastante con que hayan salido publicadas en un periódico relevante.

A mí me gustan los Beatles, pero no me enajeno pretendiendo magnificarlos desproporcionadamente a alturas absurdas y sobre todo, cerrando los ojos ante la cruda realidad de que así como hicieron grandes cosas, son responsables de muchas de las más espantosas, estúpidas y ridículas canciones de la historia del rock. De hecho, los Beatles son responsables también de muchos de los fans más idiotas, retrógados y anacrónicos del orbe.