9 de agosto 2011 – Abundante cerveza. Imaginarle los últimos días a Kant, o a Chéjov o a Pessoa está muy bien, es una buena forma de urdir una ficción a partir de grandes intelectos, pero ¿y por qué no imaginarle los últimos días por ejemplo a Raúl Velasco? Esto permitiría poner en juego las potencias de un autor para ser completamente fútil y, si se lo permite, idiota.
10 de agosto 2011 – Un extracto implica ya un resumen breve, pero ¿cuán breve debe de ser? ¿Cómo se mide y con arreglo a qué? Si por párrafos o por número de palabras ¿qué pasa si escribo un párrafo más del establecido, ó 3 palabras más? Deja de llamarse extracto para convertirse ¿en qué? O es un extracto con permisos, o extracto con sobrantes, o un extracto impostor. Si se hace un extracto de la vida de Raúl Velasco quedaría corto de germen para llamarse extracto y sería el casi-extracto-de-la-casi-vida-de-un-casi-hombre. Más cerveza.
11 de agosto 2011 – Cerveza derramada en el escritorio. Por qué a los músicos no les da por imaginar obras inexistentes de los grandes compositores. Por qué no sonorizar los últimos días de Agustín Lara en un bolero hipotético donde el flaco hubiera dejado el último sedimento de inspiración que le quedaba en su deteriorado ser. O ya montados, imaginarle las palabras que acudirían a la mente de García Lorca antes de ser fusilado. Demasiado riesgo, pero hay demasiada vanidad como para correrlo. Probemos ahora con cerveza oscura.
12 de agosto 2011 – Tequila within cerveza. Cuando alguien se pone a escribir, tiene en su cabeza la admitida o inconfesa presunción de que alguien lo va a leer para después, admirarlo, porque tiene la impresión de que sus ideas no son del todo burdas, y que hasta se le ha adelantado al negro Dolina en sus ingeniosidades. Es todo un vil exhibicionismo pues, toda escritura es la gabardina negra que porta quien escribe para cubrir su desnudez que quiere descubrirle al primero que se le cruce en el camino, porque piensa que está muy bien dotado. Pero se sabe que la mejor estratagema contra el exhibicionista, es la burla franca, o la invitación al café de la esquina para charlar sobre su generosa anatomía.
13 de agosto 2011 – Solos el tequila y yo. Pero entonces toda escritura es no solo un acto de exhibición sino una trama de mentiras. Y sí, solo mentiras son, incluidas las autobiografías, hasta aquellas más crudas, como la de Rousseau. Y es que la verdad ya a nadie le interesa, así como en los 60’s gustaban de escribir en las paredes los jovenzuelos del momento que “Dios ha muerto”, también la verdad ha decaído junto con Dios; y los que escribían la contra “Nietzsche también”, tenían mucha razón, Dios y Nietzsche son la misma cosa bien mirado, y ambos, me caen re bien.
14 de agosto 2011 – Moneda de 10 pesos y aguardiente. Si un político en campaña ofreciera un discurso en donde dijera la verdad y nada más que la verdad, lo abuchearían, le lanzarían restos de torta de tamal y los miembros de su partido lo expulsarían entre mentadas de madre y fintas de cachetazos. Si un chico se plantara ante la chica de la que gusta, y le comunicara con minucia todo lo que es, incluidas sus excrecencias, sus malos olores, sus cavernosos sonidos corporales, sus manías, sus debilidades y sus obsesiones, seguro que antes de terminar la lista la chica ya estaría dentro de su casa buscando por Facebook a quien sepa fingir mejor. La mentira gobierna, mentira rules, por doquier ejerce su soberanía, en cada rincón y dentro de uno mismo, tan eficazmente, que la gente gusta de decir que ama la verdad ante todo, cuando eso no es más que otra ramplona mentira debidamente automatizada.